En Servicios Funerarios Sever estamos muy involucrados en crear un espacio que ayude a comenzar el duelo de la mejor manera posible, por lo que compartiremos con vosotros algunos de ellos con el deseo de que se entiendan sus particularidades.
El duelo perinatal es aquel que se produce tras la pérdida gestacional o en los momentos posteriores al parto.
Todos los duelos presentan zonas comunes, pero el que se debe a las vidas que no llegan a nacer o de un recién nacido, posee unas características que alcanzan todos los recovecos del ser humano.
A pesar de los avances diagnósticos y la atención sanitaria durante el embarazo, alrededor de 2.500 niños siguen falleciendo cada año en España durante la etapa perinatal, periodo que incluye entre la semana 22 de embarazo y las primeras cuatro semanas de vida del bebé.
“No se escucha latido” o “lo siento, el bebé ha nacido sin vida” son las peores frases que quién está esperando un hijo, o cuando este acaba de nacer, puede escuchar. Marcan un antes y un después para toda tu vida. La angustia puede ser tremenda porque el No puede ser, no me lo merezco, es imposible, en definitiva, la negación, cobra un gran protagonismo.
De repente, se acaba un tiempo de felicidad e ilusión que da paso a una gran pena y melancolía. Ya habías adaptado tu casa, la que sería su habitación, los horarios de tu trabajo, tenías su ropa y todo lo necesario para cuidarle, ya te habías imaginado tu nueva vida y de repente nada de eso va a ser necesario. La sensación de vacío es brutal. Pero si el bebé fallece al mes de nacer, la sensación de pérdida es aún mayor.
Parte de la sociedad piensa que estas pérdidas son menos dolorosas y que los afectados tienen que continuar con su vida como si no hubiese pasado nada. Parece que, si el bebé no ha nacido, no ha existido. Te pueden consolar con frases como Mejor así que lo mismo hubiera crecido con alguna deficiencia, eres joven y tendrás otros hijos, mujer legrada es mujer embarazada…y nada de esto te ayudará, por lo que este tema pasa a ser tabú y a veces se prefiere superarlo en soledad porque los padres se sienten incomprendidos.
Además, la falta de recuerdos del bebé complica la superación de la pérdida, porque refugiarte en los momentos vividos para sentir consuelo, en este caso no es posible.
Y ¿Cómo comienzo mi duelo? Debes permitirte, porque es sano, tener dolor y expresarlo. Esto te ayudará a poder elaborar el duelo, a poder vivir lo que estás sintiendo por dentro y no quedarte en sobrevivir, que es lo que haces cuando estás desgarrado por dentro.
Hay psicólogos y asociaciones que te pueden ayudar con técnicas básicas como son la escucha activa, la empatía, el no juzgar, interpretar o sobre interpretar. Básicamente, es poder sacar lo que tienes dentro frente a alguien que colabore para ir colocando todos los sentimientos que se han producido, tanto en tu mente y como en tu corazón.
“El duelo de las mujeres que pierden hijos en el embarazo causa graves problemas de salud, si no se les permite sentir dolor y que lo expresen” (Sara Castro, psicóloga experta en duelo)
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